A lo largo de
quince años de campañas mediáticas,
ocultamientos y turbias maniobras, se fue consumando
el despojo de nuestra renta petrolera. Es por eso que
hoy las actividades de ENARSA -titular de la millonaria
riqueza de las reservas marítimas- deben ser
transparentes y brindar toda la información
necesaria para que su orientación pueda ser
debatida públicamente. Si su desembarco en el
Senado provocó la reacción de sectores
políticos y sociales para que se le restituyera
la mayoría de capital estatal, los primeros
pasos de ENARSA siguen generando más confusiones
que certezas. En efecto, ahora vuelve a sorprendernos
con la firma de una carta de intención con la
empresa CHINA-SONANGOL que aportaría hasta 5.000
millones de dólares para la exploración
y explotación hidrocarburífera. Cabe
informar que se trata de una filial de la Sociedad
Nacional de Angola (SONANGOL) que no explota directamente
sino que lo hace a través de multinacionales
norteamericanas. Este modelo consiste en crear una
empresa que recibe las áreas no explotadas – como
la plataforma marítima argentina- y puede adjudicarlas
sin necesidad de convocar licitaciones públicas.
Así el 75% de la explotación petrolífera
angoleña quedó en manos de Chevron-Texaco
mientras que su Estado y su pueblo reciben mínimas
regalías. El modelo angoleño a la argentina
lo llevará adelante una ENARSA con solo 25 empleados
y no una empresa petrolera: porque no tendrá petróleo
propio sino abundantes contratos con las trasnacionales.
Esto significa que reafirma la peor política
neoliberal al alejarse del modelo de empresa pública
creado por Mosconi y de las grandes petroleras latinoamericanas
(PEMEX, PDVSA, PETROBRAS, YPFB) que son empresas integradas
al servicio de sus intereses nacionales y sus pueblos.
El MORENO apoyó la creación de ENARSA
como un instrumento público tendiente a recuperar
los recursos hidrocarburíferos y una señal
autocrítica de quienes nos gobiernan. Lo hicimos
teniendo presente que si desde la nada, en 1923, fuimos
capaces de realizar con Y.P.F. la primera petrolera
estatal del continente, hoy el país cuenta con
la capacidad necesaria para refundar otra gran empresa
y, junto a Venezuela, Brasil y Bolivia, construir PetroAmérica
. Pero las instituciones, como el revólver,
no son culpables de la corrupción o el asesinato.
Sin debida información pública, sin control
social ni parlamentario, ENARSA puede terminar siendo
un brazo más de la petrocracia legitimando millonarias
concesiones a espaldas del pueblo. La ciudadanía
desconoce el valor de las reservas y hasta el propio
Estado ignora cuántas son:¿ Es ignorancia,
irresponsabilidad o complicidad ?. Todavía la
dirigencia política y social no ha tomado con
decisión el tema cardinal de la renta petrolera
y su factible recuperación, que es una de las
líneas divisorias entre quienes sostienen las
políticas neoliberales del 90 o impulsan un
proyecto emancipador.
Quedan varios interrogantes que es necesario se les
de respuesta: ¿Realizará ENARSA con técnicos
argentinos la urgente auditoria sobre las reservas
de hidrocarburos o seguirá dependiendo de lo
que dicen las empresas? ¿Hará también
la necesaria auditoria de costos y verificar que nuestra
producción promedio del barril de crudo no supera
los 3 u$s ? ¿Se pondrán controles sobre
la extracción de crudo y gas; o se seguirá aceptando
el procedimiento impune de la declaración jurada
de las petroleras? ¿Le seguirán otorgando
a los futuros socios de ENARSA el exclusivo privilegio
de quedarse con el 70% de las divisas provenientes
de la exportación petrolera? ¿Podrá ENARSA
contribuir a la reconstrucción del patrimonio
energético nacional si sus directores son ex
funcionarios de la era privatizadora de Menem-Estenssoro,
como su designado presidente Exequiel Espinoza; como
Jorge Haiek, operador de Carlos Grosso durante su gestión
en la ciudad; o el actual presidente de la Caja de
Valores? ¿Y el solitario y respetado Aldo Ferrer,
podrá contrabalancear un rumbo que parece marcado
por los negocios privados, o frenar el desembarco de
las trasnacionales tras las pocas reservas estratégicas
que sobreviven..? ¿Por qué no apelar
al referéndum vinculante para cancelar las concesiones
nulas e ilegítimas y contribuir con esos yacimientos
al capital fundante de ENARSA..? ¿No llegó la
hora de convocar a los miles de técnicos y trabajadores
que formó Y.P.F. y Gas del Estado para explorar,
extraer y comercializar los recursos en beneficio nuestro..?¿Dejaremos
los argentinos de entregar nuestras riquezas como obedientes
hijos de la pavota o nos decidiremos, por fin, a recuperar
la descomunal renta petrolera..?
Fernando Pino Solanas
(Presidente del M.O.R.E.N.O. - Movimiento
por la Recuperación de la Energía Nacional
Orientadora) |